Hacemos una pequeña pausa en nuestra saga ombligocéntrica para presentar a nuestro primer asociado, al que, por razones de confidencialidad, presentaremos como B. Smithee. Aprovechamos esta introducción para agradecerle su participación e invitar a cualquier otra alma que quiera seguir los pasos de B. Smithee, nos escriba un correo a elabogadodeldiabloyasociados@gmail.com (o a través del formulario del menú lateral).
Un saludo,
Z.L.
¿De verdad la gente piensa así? por B. Smithee
- ¡Hola Paco! ¿Te has enterado de
que este fin de semana se montan unas jornadas en el pueblo de al lado?
- Pues no tenía ni idea, Abelino.
- Pues sí, vendrán Tato,
Menganito y Fulanito, que hace años que no los vemos. Habrá un montón de
actividades, presentaciones, demostraciones, e incluso un espacio para que
podamos llevar nuestro prototipo “culitos en pompa” y que lo pruebe la gente.
- Mmmmm... ¿Y dice algo de
premios y sorteos?
- Pues no he visto nada, supongo
que al ser el primer año no tendrán mucho de eso.
- Pues entonces no me interesa...
Como organizador ya curtido, a veces echo la vista atrás y observo todos los
eventos que cargo ya a la espalda (pequeños, grandes, generales, específicos...),
y no dejo de pensar en la “evolución” que ha sufrido el mundillo en estos
tiempos, tanto a nivel organizativo como asistencial.
Cuando nos reunimos varios organizadores, normalmente se comenta acerca de las colaboraciones, ya sea sobre el nivel de contenidos de las asociaciones, sobre los patrocinios de tiendas y editoriales, etc. Y aquí es donde entra el dilema. ¿Se nos ha ido de las manos?
Volviendo a mis orígenes como organizador, recuerdo el tiempo en el que recibías un mail de respuesta de una editorial, diciendo que te mandaba la última novedad (y otra copia para que la dieras como premio), y notabas el subidón de adrenalina mientras leías ilusionado el correo, al ver que las editoriales te apoyaban. Y es que señores, con un simple juego estábamos eufóricos. Pero ya no...
Al parecer, ahora si una editorial no te da como mínimo la mitad del salario base en juegos, no sólo no se merece ni aparecer en los carteles, sino que además, se lleva de premio todo tu odio y frustración de organizador, los cuales haces públicos entre tus colegas y contactos de las redes sociales en forma de malas críticas hacia sus juegos o hacia ellos mismos… aunque la mitad de tu colección particular esté llena con sus juegos... ¿Un tanto hipócrita no?
Y yo me pregunto: ¿Cuándo ha cambiado ésto? ¿Cuándo hemos pasado de ilusionarnos por un mini juego regalado a detestar al que no nos da 300€ o más?
Pues no tengo la respuesta... Pero en cambio sí me plantea otras preguntas:
¿Es necesario que las editoriales nos den tanto? Mirando de nuevo atrás, recuerdo que las jornadas que realizábamos al principio funcionaban, al igual que las actuales. Y no había ni la mitad de juegos para regalar/premios/sorteos. Entonces. ¿Para qué pedir tanto?
Pensémoslo fríamente, y por una vez pensemos también en el resto que son como nosotros, pero no con envidia, que nos conocemos.
A veces he
hablado con gente que dice que los sorteos son para atraer a más gente. ¿En
serio? Pues vaya mierda de jornadas montas si tu base para atraer público son
los sorteos. ¡Mejora el contenido por Dios!
En otras ocasiones, pese a que las comparaciones sean odiosas, me he encontrado con que a las jornadas X les han regalado un montón de juegos. Pues vale, pero... ¿Estás seguro que se los han regalado? ¿Qué tratos han hecho? ¿Habrán gastado parte de sus subvenciones en comprarlos? Quién sabe, así que tú a lo tuyo y no te ofusques.
Y ya lo más absurdo. Que la gente se queje porque X editorial solo les manda 40 juegos en depósito para tener en la ludoteca y luego devolvérselos.
¡¡¡DEVOLVÉRSELO!!! Pero que se han creído... ¿Tú estás tonto? Si piensas así la respuesta es sí. Ojalá todas hicieran lo mismo, poder tener una ludoteca exclusiva para las jornadas, sin usar las de particulares o las del club/asociación, que todos sabemos que siempre se termina perdiendo alguna pieza y eso sí es un drama.
Y ahora un punto importante de la ecuación en el que no pensamos nunca, el mal en persona: Los patrocinadores, ya sean tiendas, editoriales o distribuidoras. ¿Realmente sabéis la cantidad de correos que reciben a diario sobre jornadas que piden apoyo?
Es muy fácil creer que somos los mejores. Joder, es normal, montamos las jornadas a nuestro gusto, así que si a Fulanito le dan 200, a mi que soy mejor me tienen que dar 300...
Mejor...
claro... ¿Habéis pensado lo que es mejor para un patrocinador? ¿Realmente
creéis que le sale a cuenta regalaros un juego de 60€ para que se lo deis como
premio a una persona? ¿Qué le reportará este juego al patrocinador? Realmente
NADA.
Pues ahora imaginad que tenga que regalar 50 juegos de esos a las 50 jornadas que se hacen en todo el territorio (y con 50 me quedo corto).
Pues ahora imaginad que tenga que regalar 50 juegos de esos a las 50 jornadas que se hacen en todo el territorio (y con 50 me quedo corto).
Cuando pidáis apoyo, pensad realmente en ellos, pensad en lo que podéis ofrecerles, y no en lo que queréis de ellos. Puede que entonces veáis que lo que estáis pidiendo es una exageración. Y también pensad que, lo mismo que hacéis vosotros, lo hacen otros, y el grifo, amigos, tarde o temprano se cierra. Y la paciencia tiene un límite.
Así que, para finalizar, tanto si sois veteranos como novatos en esto de montar eventos, pensad en cuál es el objetivo real de montar un evento: pasarlo bien con los amigos, conocer gente y ofrecer alternativas de ocio al público, o llenar las arcas de clubs y particulares. No se vosotros, pero yo me decanto por la primera opción. Así que a mí, personalmente, no se me va de las manos.
Firmado,
B. Smithee