Una vez se haya dicho todo, estaremos en
condiciones de volver a decirlo todo, porque todo se habrá contradicho.
Aquiles Dalseme (1840-1913)
Periodista francés.
Cómo pasa el tiempo. Tras terminar con la
serie de artículos Ombligocentrismos, decidí tomarme una pequeña temporada de asueto,
coincidiendo con el fin de la temporada estival. Por desgracia, este periodo de
descanso se vio abruptamente interrumpido por una interesante época de trabajo,
que me ha dejado fuera de escena durante dos meses agotadores y en la que me ha
sido imposible conciliar mi vida familiar, laboral y bloguera.
Afortunadamente, ese mutis no ha sido
total; muestra de ello son los dos artículos que he redactado para la revista Token
(revista cuya lectura recomiendo encarecidamente), en los que además he aprovechado
para realizar un pequeño cambio en mi papel de “abogado del diablo”. Zenam
Legisperitum resultaba un pseudónimo largo, farragoso y por qué no decirlo, un
tanto rimbombante; por lo que decidí cambiarlo por el de Alan Smithee, alias
bajo el cual me encuentro mucho más cómodo (pese a que ésto pueda no gustar a
aquellos que tachan mi actitud de permanecer en el anonimato como un acto de
cobardía).
En fin, sirva esta pequeña entrada para
anunciar que después de un pequeño parón, El abogado del diablo y asociados
retoma su actividad.
Un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario